Después de leer este artículo de Puromarketing que habla sobre el diferente uso de dos de las redes sociales más populares pensé en desarrollar más un concepto, en mi opinión muy interesante, la fatiga social. Y es que tan solo en unos años, plataformas como Facebook, Tuenti, Twitter y muchas más han robado un gran tiempo en nuestra forma de ocio y comunicación.
Su vertiginoso éxito nos ha «obligado» a utilizar estas herramientas sin un manual de instrucciones. No hay una autoridad que explique cuál es el modelo óptimo de uso (afortunadamente). Y si no hay unas reglas, ¿cuándo sabremos si estamos en el buen camino?
En la comunicación, lo importante es hacer llegar un mensaje de la forma correcta al receptor, para que este pueda entenderlo de la mejor forma y este continuar con el proceso dando feedback al emisor original. ¿Qué está sucediendo hoy en día?
Las nuevas formas de comunicarnos multiplican los mensajes que recibimos diariamente. Si hablamos en términos publicitarios, la cantidad de «impactos» se dispara. Las marcas pueden caer fácilmente en la trampa de la saturación. Una situación realmente complicada de regular.
Muchos de los que vivimos en la red, entendemos lo valioso que es descansar de la vorágine de conversaciones que se producen diariamente. Alternativas como las aplicaciones que cobran por silenciar la entrada de correos, mensajes al móvil, notificaciones, no suenan ya a locura. La pregunta es ¿estamos llegando a un estado de fatiga en redes sociales?
Bajo mi punto de vista, no hemos llegado a un momento crítico de fatiga, aunque si hemos llegado a un punto más cercano a la madurez, en el supuesto ciclo de vida de la comunicación en medios sociales, siendo este un ciclo especialmente veloz por su carácter de avance tecnológico. Sin embargo, si que puede llegar a producir agotamiento, la masiva utilización de estas plataformas como lugar de publicidad convencional, no entendiendo que estas nuevas herramientas, nos ayudan a conversar y a estar más cerca de la gente con la que queremos relacionarnos, siendo esto último lo que ha marcado la diferencia y el éxito de esta nueva era social.
